ANÁLISIS

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  • La devaluada imagen de Juan Rodolfo Sánchez, ya no le alcanza para continuar siendo el “ buen muchachito” de antes.
  • Se hace “chiquito” frente a Manuel López Obrador , Claudia Sheinbaum y Alfredo Del Mazo.

Dos cosas debe hacer Juan Rofolfo Sánchez Gómez:

   1.- Dedicarse hacer política de altura , y

   2.- Buscarse un buen estratega de comunicación a fin de aprovechar las coyunturas que se le presentan para fortalecer su imagen .

   Y es que esa postura de solemnidad de “buen muchachito “ ya está agotada , le funcionó en sus inicios de funcionario público municipal y luego como novato  alcalde de la capital mexiquense.

   Este viernes , durante la visita del presidente de la República , Andrés Manuel López Obrador , para supervisar las obras del tren Toluca – Ciudad de México, Juan Rodolfo Sánchez fue invitado a la reunión en una de las estaciones en construcción de ese medio de transporte en la zona de Zinacantepec.

   Pero “Juan-Ro” no figuró entre Claudia Sheinbaum, Alfredo Del Mazo y Andrés Manuel López Obrador .

  Podría decirse que fue normal , pues se trata de una obra de carácter federal , pero lo que sorprende es que nadie , tal vez ni el mismo Juan Rodolfo , sopesó la importancia de haber aprovechado la oportunidad política para fortalecer su menguada imagen de alcalde.

   Su equipo de comunicación social quizá es de los más rústicos de la entidad , carece de tácticas y estrategias , no es sensible a lo que beneficia al presidente municipal y coloca a Juan Rodolfo en el espectro de un “edil gris”.

    El propio Juan Rodolfo es el que en el devenir del tiempo ha construido su imagen y su comunicación social ; sin embargo , a estas alturas del “golpeteo” político-electoral ya no le alcanza autoproteger su perfil , por lo que le urge al edil contratar un profesional equipo de comunicación social que le ayude .

   No es bien visto que el alcalde de la capital mexiquense, se haga “chiquito” frente al presidente de la República, junto a la jefa de gobierno de la CDMX y al lado del gobernador mexiquense.

   Y peor resulta que su equipo de comunicación e imagen no haya aplicado alguna estrategia para aprovechar la figura presidencial presente y a la vez dar realce mediático a Juan Rodolfo .

   Sucedió lo contrario : entre más tiempo estaba el alcalde al lado de López Obrador, más “chiquitito” se hacía, ni siquiera tuvo la oportunidad de entablar diálogo breve con el Ejecutivo federal, solo recibió él saludo de “lejitos”

    Su anticuado talante de un “buen muchachito”  hoy ya  nada le abona.

uaemex

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