ANÁLISIS

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  • Se avizora el último sexenio priísta en la gubernatura mexiquense.
  • Nadie lo defiende.
  • Pareciera que la administración delmacista ya lo dejó a la inercia.

El actual, posiblemente, sea el último sexenio de régimen priísta en el Estado de México.

    Y la verdad la decadencia de un sistema de gobierno históricamente lleva cierto sesgo de la no pérdida de la dignidad política.

    En lo que toca a la entidad mexiquense al parecer no será así :

    1.- Y es que no hay , en el sexenio de Alfredo Del Mazo Maza , una especie de proyecto final de gobierno.

    2.- Pareciera que la derrota está siendo asimilada por adelantado , y

    3.- No hay en la administración delmacista ideas, aportes definidos de políticas públicas , no existe un proyecto de estado visible .

    La mayoría de miembros del gabinete delmacista se concentran en difundir la portación de cubrebocas, guardar la sana distancia y no salir de casa frente a los riesgos del coronavirus.

    Hacen bien pero actúan mal ,  cuando  la emergencia requiere de acciones renovadoras , de defensa del régimen al que se deben , de aportar modelos “reales” y “medibles” de respaldo para campesinos, indígenas, obreros , trabajadores que viven al día y, sobretodo, hacer realidad las promesas al respecto divulgadas mediante videos por el gobernador Alfredo Del Mazo Maza .

    De no concretarse -de manera verídica- esto último , se corre el riesgo de quedar en una simple “videoperorata”.

   En estos momentos en que el gobierno federal ha desatinado en la aplicación de medidas para afrontar una de las peores crisis  que se avecina para México , no hay en el Estado de México , un gobierno que pudiera salir al rescate de esos desaciertos protagonizados por Andrés Manuel López Obrador, cuando en el pasado reciente las ideas y los proyectos nacionales y trasnacionales de tipo económico y político surgían de la vena mexiquense.

    Los gobiernos priistas mexiquenses eran sustanciales en los apuntalamientos de las políticas públicas nacionales, eran referentes, de allí los políticos del Estado de México se posicionaron en la escena presidencial; es decir , permeaba la lógica política nacional para rescatar los deslices presidenciales .

    La de Alfredo Del Mazo no cumple con esas características de una administración visionaria , de ser así , el actual trastabilleo de López Obrador ya habría sido enderezado por el gobierno mexiquense.

   Es verdad que se puede afirmar que el de hoy es un escenario político-presidencial distinto al no estar en Palacio Nacional un mandatario priísta y por tanto el gobierno delmacista no brilla , pero no es una verdad absoluta en virtud de que el gabinete de Del

Mazo no brilla por naturaleza , quizá carece de bríos politico-administrativos y de atrevimientos varios , lo que afecta el perfil e imagen del Gobernador.

    El gobierno mexiquense , por la fuerza que le otorga su economía, su demografía y su posición política, debería ser el indicado para visualizar la toma de un timón que anda  a la deriva en la emergencia que ha generado la pandemia de marras.

    Pero no quiere o no puede , dejando a la inercia , quizá, la dignidad perdida antes de tiempo , sin pelear lo que le pertenece , casi exigiendo que ya llegue el día del “último sexenio” priista en el Estado dé México.

SÍNTESIS POLÍTICA

Los Partidos políticos convertidos en representantes populares en el poder Legislativo son los que aprueban sus ingresos, sus presupuestos , sus prerrogativas y las dietas de sus pares y no el Presidente de la República , por lo que las sugerencias presidenciales de aportar recursos de su financiamiento como parte de su estrategia económica difícilmente prosperarán por la simple voz del Ejecutivo. Serán los mismos  líderes partidistas que en un gran acuerdo pudieran ser complacientes al pedimento de AMLO.

uaemex

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