- La definición de la rectoría de la UAEMéx como pieza fundamental en las aspiraciones por la gubernatura mexiquense en 2029 de un miembro del gabinete estatal.
- Carlos Eduardo Barrera y Eréndira Fierro ofrecieron alinear políticamente a la UAEMéx y destinar recursos del presupuesto universitario a las intenciones de ese funcionario High Definition (HD) a cambio seguir al frente de la institución.
A inicios de 2024 Carlos Eduardo Barrera se reunió con los exrectores Jorge Olvera y José Martínez Vilchis para afinar la estrategia de la renovación de la rectoría de la UAEMéx. Desde entonces se definió que Eréndira sería la candidata oficial y que la estrategia se iría ajustando según se fuera requiriendo. El ámbito interno no les preocupaba en ese entonces, pues según ellos, lo tenían controlado. Les preocupaba tener apoyos en lo externo, por ello era importante encontrar una figura del gobierno estatal que viera con buenos ojos su estrategia .
Toda vez que Morena había ganado la gubernatura en 2023 y todos los vínculos príistas de este grupo ya no figuraban, se dieron a la tarea de identificar a los principales actores políticos del nuevo régimen mexiquense. Según dedujeron, quien decidía los asuntos importantes de la entidad no era la gobernadora, sino alguien de su gabinete, entonces se empeñaron a buscar y afianzar ese vínculo. Exrectores, rector y futura candidata oficial se dedicaron a congraciarse con este funcionario, a quien llamaron de Alta Definición (High Definition -HD- en inglés), por su influencia en las decisiones gubernamentales.
Carlos Eduardo y Eréndira mostraron a este funcionario la estrategia para continuar controlando la Universidad. Control del Colegio de Directores, pues ellos habían impuesto a la mayoría en las facultades, preparatorias y espacios académicos, conformando con los más cercanos la cofradía de La Luz, donde el compromiso era apoyar a Eréndira a cambio de posiciones en el gabinete y seguir controlando sus espacios, es decir, un pacto que trascendía la gestión 2025-2029.
Control del Consejo Universitario que consta de 110 personas, 62 de ellas incondicionales a Carlos Eduardo y a Eréndira a cambio de pagos a representantes de los sectores administrativo y docente de hasta 400 mil pesos, que se empezarían a suministrar en parcialidades de manera mensual a partir de enero de 2025. A estudiantes les habían prometido estancias en el extranjero a través del programa de movilidad estudiantil, con recursos suficientes para su manutención. Control total de la Comisión Especial Electoral para combatir a quien resultara un candidato o candidata incómoda y allanarle el camino a Eréndira Fierro. También contaban con pactos con los sindicatos de empleados de la Universidad, la FAAPAUAEM y el SUTESUAEM, a través de sus dirigentes que se habían comprometido a apoyar a la candidata oficial a cambio de ciertas prebendas y conservar privilegios.
Y control del presupuesto que son alrededor de los 7 mil millones de pesos anuales. De este total, 5 mil millones son para cubrir sueldos y prestaciones, y 2 mil millones paragastos operativos de la universidad. Un presupuesto cuyo ejercicio lejos de la transparencia resulta muy tentador para quienes buscan favorecer intereses particulares.
Carlos Eduardo Barrera y Eréndira Fierro ofrecieron alinear políticamente a la UAEMéx y destinar recursos del presupuesto universitario al servicio de las altas aspiraciones de ese funcionario High Definition (HD) a cambio seguir al frente de la institución. La estrategia no presentaba fallas y dicho funcionario sucumbió ante ello. Instruyó a uno de sus subordinados a darle seguimiento a este asunto. Lo relevante es que todo ello fue a espaldas de la mandataria estatal, quien en todo momento ha mostrado ser respetuosa de la autonomía universitaria y su forma de organización interna.
Con los resultados electorales de 2024 se sumó a esta estrategia otro personaje. Ricardo Moreno, presidente municipal de Toluca y cercano a ese funcionario del gabinete estatal, esperó a tomar posesión de su cargo en enero de 2025 para involucrarse en la operación política a favor de Eréndira Fierro.
Carlos Eduardo Barrera y Eréndira Fierro, así como los exrectores José Martínez Vilchis y Jorge Olvera, surgidos en el régimen anterior, habían diseñado la estrategia de su permanencia al frente de la UAEMéx en el régimen actual, a cambio de apoyar las aspiraciones de un alto funcionario del gabinete estatal. Realmente, eso es lo que está en juego en la definición de la rectoría de la máxima casa de estudios mexiquense. Hay testimonios de diversos actores políticos que este funcionario High Definition (HD), sin conocimiento de la vida universitaria, expresó en varias ocasiones que Eréndira Fierro era la mejor opción para la UAEMéx, refrendando así su apoyo al pacto establecido.
Sin embargo, todo les ha salido mal. La campaña mostró a Eréndira como una candidata alejada de la comunidad y sin propuestas de rumbo institucional. La imposición, la soberbia, el clasismo y la indiferencia por parte del grupo que controla la Universidad, hizo que la comunidad desaprobara a esta candidata impuesta, logrando que declinara su participación en la contienda y humillando a Carlos Eduardo Barrera con su renuncia 24 horas antes de que concluyera su período. Ante el fracaso de su estrategia, ahora han optado por desestabilizar a la casa de estudios. La crisis que vive hoy la universidad no es un asunto académico, es, a todas luces, un asunto político que implica el manejo discrecional de 2 mil millones de pesos anuales y una alta aspiración para dentro de cuatro años.
El encargado de despacho, Isidro Rogel, es un personero de Carlos Eduardo y de Eréndira, cuya misión es alargar la crisis que ellos mismos han provocado. El paro en facultades y espacios académicos está controlado por estudiantes incondicionales a Barrera Díaz y a Fierro Moreno, así como por “porros” contratados para tales efectos. Cada vez son más los estudiantes que denuncian en grupos de WhatsApp y en redes sociales lo violento que se han vuelto quienes están al frente de los paros, como se pudo constatar el 30 de mayo en la manifestación frente al edificio administrativo de la Universidad, donde no hubo otra intención más que dañar. También, cada vez son más los estudiantes que quieren regresar a clases para salvar el semestre, pero Rogel Fajardo tiene la indicación de quedarse tres meses como encargado para alargar el proceso y que sigan las indefiniciones. Por su parte, aquel funcionario High Definition (HD) que creyó en la estrategia, también les ha creído que ante el fracaso de lo que ya contaba como capital político, la opción es apostar a que la crisis universitaria perdure, lo que ha envalentonado al encargado de la rectoría para resistir y no abonar a la solución.
La aparición de la violencia en la crisis universitaria provocada por Carlos Eduardo Barrera, Eréndira Fierro e Isidro Rogel, como responsables directos, marca una diferencia entre la inestabilidad institucional y la ingobernabilidad social. Algo tendrá que hacerse.
( Fotos : tomadas de internet )